Como en cualquier disciplina, modalidad deportiva o faceta de la vida, la constancia es fundamental para obtener buenos resultados con la práctica de Low Pressure Fitness.
Respetar los fundamentos técnicos y metodológicos, establecer un protocolo, diseñar sesiones acordes a los objetivos, tener en cuenta las progresiones individuales y ser constante en la práctica de LPF garantiza que cada persona consiga alcanzar los beneficios específicos deseados individualmente al mismo tiempo que experimenta los beneficios globales de este sistema de entrenamiento que combina la base de la técnica de los ejercicios hipopresivos, de la reeducación postural y de la metodología de entrenamiento más avanzada de ciencias del ejercicio.
Prueba de ello es el fruto de meses de trabajo de 36 alumnos que han practicado LPF con constancia (en Vive Wellness, espacio sano de Mayte Montes, Certificada LPF de Langreo, Asturias) con una frecuencia de 2 días a la semana en sesiones grupales o 1 día a la semana en sesiones individuales (reforzada esta última con auto práctica en domicilio).
Los grupos se han distribuido de la siguiente manera:
Grupo 1
Alumnos que inician su práctica de Low Pressure Fitness en sesiones individuales hasta adquirir las pautas y técnicas posturales y respiratorias correctas, momento en el que se les han realizado los test de inicio de actividad. Posterior a esta toma de datos han comenzado su práctica en grupos de entre 6 y 8 personas con una frecuencia de 2 sesiones a la semana con un descanso entre las mismas de al menos 48 horas.
Grupo 2
Alumnos que han participado en sesiones siempre individuales, con una frecuencia de 1 día a la semana y con compromiso de auto práctica según posibilidades de tiempo (se recomienda cada día), en domicilio de al menos 3 posiciones (nivel 1) previo calentamiento (según necesidad, patología u objetivo personal). Al igual que en grupo 1, se han hecho los test de inicio de actividad una vez el alumno ha adquirido la técnica correcta postural y respiratoria.
Tipo de sesiones
En ambos grupos las sesiones dirigidas han sido de 45 minutos, distribuidas en:
- 20/30 minutos ejecución de diferentes posiciones Nivel 1 LPF, previo calentamiento siguiendo protocolo de sesión de Low Pressure Fitness
- 15/25 trabajo (específico y variado en cada sesión) respiratorio, miofascial y relajación, acorde a la progresión de los alumnos.
Los test han sido repetidos una vez el alumno comunica su cese en la actividad, grupal o individual (independientemente del motivo por el que se inició y por el que cesa su asistencia). El tiempo global de práctica bajo supervisión oscila entre los dos meses (8 semanas) y 10 meses (40 semanas).
En el siguiente documento puedes ojear los parámetros analizados y los datos obtenidos: Datos test alumnado
En este conjunto de practicantes en que algunos de ellos se han iniciado por disfunciones de suelo pélvico, otros por problemas de ansiedad, articulares, musculares y/o posturales, incluso algunos por curiosidad (es decir, por diferentes motivos) todos han experimentado los beneficios globales que proporciona la práctica con constancia de Low Pressure Fitness.
Todos ellos han mejorado su conciencia corporal, postural y han disminuido sus dolores de espalda, han mejorado sus parámetros respiratorios, han tonificado su musculatura abdomino – perineal, reducido sus diástasis abdominal (si la tenían) y perímetro de cintura, han mejorado su estética, experimentado mayor bienestar, calidad de vida y mejora de la autoestima.
Podéis leer testimonios de personas que practican LPF y han experimentado estos beneficios.
Es importante destacar que algunos de estos alumnos han sido derivados a diferentes especialistas de la salud para una valoración adecuada de un problema concreto antes de iniciarse en LPF. (En Vive Wellness la alianza multidisciplinar con técnicos de la salud, garantiza la atención y seguimiento adecuado a cada caso particular). Otros en cambio acuden para iniciarse con informe médico y/o recomendación de practicar LPF (en la mayoría de los casos mujeres remitidas desde Ginecología y obstetricia, Fisioterapia, y un número considerable desde traumatología).
Analizados los test de inicio de actividad, repitiendo los mismos al final de sus prácticas dirigidas, antes del cese en la actividad (independientemente del motivo de inicio) no hay duda de que los beneficios son evidentes desde las primeras sesiones, es por ello que las personas que practican LPF tratan de mantenerse en la actividad una vez alcanzados sus objetivo , mantienen igualmente la práctica con constancia las personas que sin un motivo concreto han elegido esta técnica para mantenerse sanos y activas. Y aquellas que por diferentes motivos no pueden asistir a las clases, mantienen su auto práctica en sus domicilios o incluso en sus descansos de trabajo.
Si bien no a todas las personas les resulta fácil asistir a clases grupales de LPF de manera periódica en un horario establecido, el aprendizaje de los fundamentos de LPF y su práctica de una manera correcta garantiza la consecución de los objetivos y la obtención de sus beneficios si se adquiere el compromiso personal de una práctica con constancia. El primer paso, sin duda es ponerse en manos de un profesional cualificado certificado Low Pressure Fitness como primera garantía. En el siguiente enlace puedes encontrar los profesionales certificados LPF y buscar el más cercano
Como segunda garantía de mantenimiento de estos beneficios es recomendable que las personas que practican LPF de manera autónoma y que han iniciado su aprendizaje con profesionales certificados Low Pressure Fitness, acudan a revisar su práctica para evitar caer en posibles errores fruto de la auto práctica sin supervisión.
Mayte Montes
Certificada LPF
Instructora de Pilates y Yog
Entrenadora personal
Técnico BmomGym especialista en embarazo y postparto
Asesora de porteo ergonómico
Propietaria de Vive Wellness. Espacio sano de Mayte Montes. Langreo. Asturias