Quería contaros mi experiencia personal con la formación wall-serie.
Llevo una prótesis en la espalda en L5-S1 con la que siempre he sentido bastante limitación a la hora de los estiramientos.
Con la wall-serie pasó algo en mi cuerpo, ¡me liberé!
Durante la formación de la wall-serie, tengo que decir que me crucé un poco con el ejercicio más extremo a nivel de flexibilidad: Patricia. Me veía incapaz de realizar tal estiramiento, aunque no dejé de probarlo.
El sábado de la formación me fue imposible realizarlo correctamente, mi columna no podía bajar más, mi cuerpo se compensaba flexionando las rodillas, mis manos no llegaban al suelo ni poniendo un ladrillo. Lo intentaba sufriendo. Mi reconocido dolor de ciática, sudando por el dolor. Y nada, ¡que rabia me daba! Los profesores intentaron ayudarme a bajar, pero era como misión imposible, veía a mis compañeros súper flexibles y me veía a mi misma como a un palo de escoba.
El domingo volvimos a probar, yo seguía con mi mosqueo personal con Patricia. Piti Pinsach se puso a ayudarme a bajar, y con su ayuda volví a reconocer el dolor. Sufrí, sufrí mucho, pero quería lograrlo. Él me aguantaba y me guiaba. Me parecía increíble, ¡conseguí bajar bastante más que el día anterior! Mi columna lumbar empezaba a doblarse y a seguir las órdenes que le daba. Con las piernas aún semi-flexionadas, pero mucho menos que el día anterior, conseguí llegar al suelo, ¡NO ME LO PODÍA CREER!
Después de la formación descanse unos 3 días porque me notaba la ciática un poco cabreada.
Pasadas las molestias, volví a probar Patricia sola en casa. Y sorpresa, me doblaba por la pared sin sufrir casi ese dolor, algo había cambiado en mi espalda, me había desbloqueado.
Con la práctica he recuperado una flexibilidad que no tenía ni a los 13 años. Ahora soy capaz de doblarme y tocarme los pies, de sentarme con la espalda recta y piernas estiradas. Algo que para cualquier deportista tendría que ser lo más fácil del mundo, para mí era una tortura. Hasta antes de la wall-serie me mataba cada día a estirar y estirar, y por la mañana siguiente mi musculatura se había vuelto a contraer y había vuelto a perder lo poco ganado el día antes. Era una constante batalla con mi cuerpo. Cualquier tontería, como un resfriado o dormir mal, me representaba levantarme agarrotada, mucho dolor al volver a estirar y días y días para conseguir otra vez sentirme bien.
A parte de mi experiencia personal, a nivel profesional me ha dado mucho material para mis clases. La variedad para mí es importante, y la serie de pared me complementa a la perfección mis necesidades como profesional. La wall-serie, me ha dado herramientas para crear mis propios ejercicios, y seguir creciendo como profesional. Lo recomiendo al 100% a todos aquellos que os dediquéis en serio a esta maravillosa técnica.
Anna Pascual
Entrenadora certificada LPF