La prestigiosa revista científica European Journal of Applied Physiology publicó el pasado mes de Junio un estudio comparativo sobre los cambios clínicos y con resonancia magnética que un periodo de entrenamiento corto (3 semanas) produce en los músculos del suelo pélvico (Dierick et al., 2018). ¿Cuál es la novedad? Pues que han incluido en el protocolo de entrenamiento la respiración que seguimos en el entrenamiento de Low Pressure Fitness.
Introducción
La gran sorpresa de este ensayo clínico desde mi punto de vista es que han incluido dentro del protocolo de entrenamiento muscular del suelo pélvico la respiración hipopresiva combinada con ejercicios de Kegel. Es decir, a lo que conocemos como vacuum abdominal o aspiración diafragmática se le añadió una contracción muscular voluntaria del suelo pélvico en las siguientes posiciones: de pie, cuadrupedia y tumbado.
Este tipo de protocolo para entrenar de forma específica el suelo pélvico en el que se añade contracción del suelo pélvico a la técnica hipopresiva forma parte también del programa formativo de Low Pressure Fitness (LPF) y se ha utilizado en el último estudio que publicamos (Chulvi-Medrano & Rial, 2018) para un caso de incontinencia urinaria post-prostatectomía.
El objetivo del estudio fue evaluar qué programa del entrenamiento resultaba más eficaz en producir cambios musculares en el músculo elevador del ano, concretamente en el haz muscular del puborrectal y del ilioccígeo. Para ello se propusieron dos grupos de entrenamiento:
- el grupo respiración hipopresiva combinada con Kegel
- y el grupo de electroestimulación transvaginal.
Se dividió a las participantes, que eran mujeres europeas, jóvenes y nulíparas (es decir sin hijas/os), en dos grupos de forma aleatoria. Las participantes realizaron 9 sesiones de 30 minutos a lo largo de 3 semanas.
Los investigadores resaltaron que propusieron un protocolo corto e intensivo (tres sesiones durante tres semanas) puesto que es el tiempo de tratamiento habitual que las aseguradoras médicas reembolsan para casos de incontinencia en Bélgica.
- Grupo Hipopresivos + Kegel
El grupo hipopresivos realizó la aspiración diafragmática según se explica en el estudio durante 20 segundos en posición bípeda, cuadrúpeda y tumbada. Después de haber completado la aspiración diafragmática se realizó una contracción voluntaria del suelo pélvico. Todas las sesiones duraron 30 minutos.
- Grupo Electroestimulación
Este grupo recibió electroestimulación transvaginal durante 15 minutos y luego entrenamiento de suelo pélvico durante otros 15 minutos.
Se valoraron los siguientes valores a ambos grupos antes y después de las tres semanas de entrenamiento:
- La fuerza muscular del suelo pélvico a través de la escala modificada de Oxford.
- El tono de base del suelo pélvico mediante palpación digital.
- La aspiración diafragmática según si había movilización perineal y/o visceral o no había movimiento.
- Morfología del suelo pélvico en reposo a través de resonancia magnética. Se analizó línea pubococcīgea, la base posterior del elevador del ano y la línea media púbica.
Resultados
Los investigadores destacan que la fuerza muscular del suelo pélvico mejoró en ambos grupos y que la fuerza del músculo puborrectal solamente mejoró de forma significativa en el grupo de ejercicio hipopresivo y de Kegel. Esto se traduce en buenas noticias porque siempre se deben buscar programas o alternativas de entrenamiento de bajo coste y recursos materiales. Hay que tener en cuenta que no todas las mujeres desean someterse a programas invasivos e incómodos como puede ser la electroestimulación pudiendo hacer ejercicio que, además, es bueno para la salud y cuando se aprenden correctamente se pueden hacer en grupo.
Por otro lado, los autores subrayan que se produjeron cambios morfológicos del elevador del ano analizado en reposo. Es decir, el entrenamiento ha generado cambios musculares después de tan sólo tres semanas. De estos cambios quisiera destacar que los investigadores encontraron un descenso del volumen del iliococcígeo y contenido adiposo del puborrectal. En concreto indican que “hubo un descenso de la señal de intensidad del puborrectal lo que indica una reducción del la composición grasa a favor de la masa muscular de dicho músculo” (Dierck et al., 2018). Además, los autores del estudio destacan que en mujeres con incontinencia de esfuerzo la intensidad de la señal se encuentra elevada por la lesión por lo que los resultados encontrados (en donde la señal es más baja) son relevantes desde un punto de vista preventivo y para futuros estudios clínicos con patologías como la incontinencia.
Por último, destacar que en relación al entrenamiento del suelo pélvico, vale la pena recordar que una adecuada valoración inicial y posterior supervisión, progresión y adherencia del programa de entrenamiento son claves fundamentales para conseguir resultados satisfactorios. Estos principios son la base de los profesionales formados en Low Pressure Fitness. El programa de entrenamiento de LPF integra la técnica hipopresiva y otras muchas técnicas de entrenamiento para dar lugar a un programa adaptado a todo el mundo con multitud de variantes y progresiones técnicas de los ejercicios. Específicamente, en LPF incidimos en la correcta enseñanza y valoración de una adecuada técnica de aspiración diafragmática, de la corrección postural y de la contracción muscular del suelo pélvico asociada a los hipopresivos.
Referencias:
Chulvi-Medrano I, Rial Rebullido T. Abordaje de un caso de incontinencia urinaria posprostatectomía radical mediante ejercicio hipopresivo adaptado. Fisioterapia. 2018.
Dierick, F., Galtsova, E., Lauer, C. et al. Clinical and MRI changes of puborectalis and iliococcygeus after a short period of intensive pelvic floor muscles training with or without instrumentation. Eur J Appl Physiol 2018.
Autora:
Tamara Rial
PhD, CSPS, desarrolladora y co-fundadora de Low Pressure Fitness
