Mi nombre es Susana Cerdán y dirijo en Pamplona el Centro Maternalia, el primer centro multidisciplinar especializado en embarazo, parto y postparto. La gran mayoría de nuestras pacientes son mujeres en esta etapa tan importante de la vida, donde creemos que un buen seguimiento por parte de un equipo profesional altamente cualificado y una actividad física adecuada y adaptada son fundamentales.
Las patologías que más vemos en nuestro centro vienen asociadas al embarazo y el parto: disfunciones de suelo pélvico y diástasis abdominal.
Llevo más de 4 años impartiendo clases de LPF. Empecé a interesarme cuando me estaba formando en técnicas y métodos para la recuperación del cuerpo de la mujer en el posparto, y desde ese momento, Low Pressure Fitness forma parte de muchas de las actividades y consultas individuales que realizamos, de la mano de nuestras fisioterapeutas y matronas.
Organizamos nuestras clases de Low Pressure Fitness por niveles: iniciación y continuación. Los grupos de iniciación comprenden 10 clases, 2 días a la semana durante 5 semanas. Y una vez hecha la iniciación, muchas están ya tan encantadas y enganchadas a la técnica que quieren seguir en el nivel de continuación.
Y es en estas clases donde doy rienda suelta a mi conocimiento como matrona para unirlo a la técnica de Low Pressure Fitness. Me encantan estos grupos avanzados porque podemos realzar un trabajo enfocado en conseguir unos objetivos específicos, pero siempre con clases divertidas y variadas.
¿Y cómo conseguimos estas clases tan diferentes que tanto están gustando?
El secreto es el manejo de todos los recursos que te permite utilizar Low Pressure Fitness como son los elementos y accesorios para potenciar las sensaciones y el trabajo físico durante las sesiones.
El calentamiento suele incluir ejercicios de activación neuromuscular, propiocepción respiratoria y ejercicios específicos de suelo pélvico utilizando el tronco de madera y el Winner Flow.
La parte principal la diseño siempre usando 2 o 3 elementos. Encuentro que la variedad de posturas que consigo mezlcando más elementos es mucho más amplia. Por ejemplo, mezclar banda elástica para ejercitar tronco superior con mini pelota y aro de pilates para trabajar el tronco inferior.
Mi profesión me ayuda, por ejemplo, a combinar en estas clases elementos que van a ayudar a nuestras mamás a activar de forma más efectiva el transverso abdominal, o a introducir trabajo de activación de cadenas cruzadas para una más rápida aproximación de los rectos abdominales que recupere la funcionalidad de la faja abdominal.
La música es parte importante de las clases también; crear un ambiente confortable que nos ayude a generar endorfinas es parte de la experiencia de cada clase.
Y para terminar, incluyo siempre una relajación (si están tumbadas tras la clase, tapadlas con una manta porque se quedan frías enseguida), o un buen estiramiento con foam roller o pelotas miofasciales.
El progreso de nuestras mujeres en las clases lo constatan nuestras fisioterapeutas en sus consultas individuales. La clave es el trabajo en equipo.
Y así seguimos, un año más: innovando, a punto de empezar el curso, con materiales nuevos como TRX, aros de yoga o cinturones rusos. ¡Muchas ideas que estamos ya deseando probar!
Susana Cerdán Sanz
Entrenadora LPF
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